Esta semana se firmará la adenda del contrato para la ampliación de la vía a Limón sin que el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) ni la empresa China Harbour Engineering Company (CHEC) sepan el costo total de la obra.
Teresa Wu, representante de CHEC en Costa Rica, explicó que el precio de la ampliación de los 107 kilómetros se definirá hasta que terminen los diseños.
Según las estimaciones de la firma, esa etapa estará lista a mediados del próximo año.
Los chinos sabrán, hasta ese momento, la cantidad de kilómetros de vías marginales por construir, cuáles puentes necesitan ser reconstruidos y cuánto costarían esas mejoras.
De estas variables dependerá, según Wu, que aumente o no el monto de $495 millones, aprobado por el Congreso.
El 10 de junio, el MOPT pidió a CHEC construir 50,9 km más de calles paralelas, pues el contrato establecía 26,1 km.
“Realmente, en este momento, ni el Gobierno, ni CHEC, estamos bien claros cuánto sería. Según el contrato, CHEC tiene un precio con 26 kilómetros, si el Gobierno me dice que de aquí a acá, necesita más vías marginales, eso se trata de una obra adicional, eso se calculará después de terminar el diseño básico”, explicó Wu.
Lo mismo ocurre con los puentes existentes, a los cuales el MOPT pide agregar características antisísmicas sin modificar el valor original. No obstante, CHEC hará una inspección para diagnosticar el estado de las estructuras y así determinar si hay que rehabilitarlas o construir nuevas en cada caso.
Esa revisión tardará cuatro meses y se empezará tras la orden de inicio de las obras, la cual debe girar la administración tras obtener el refrendo de la Contraloría General de la República y la viabilidad de la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena).
La vocera enfatizó que si uno de los puentes está muy dañado y necesita una reconstrucción, el precio podría aumentar.
“Solo cuando se empiece el trabajo de diseño, se sabrá”, dijo.
La Nación tenía una entrevista sobre el tema con el ministro Carlos Segnini, pero este informó de que prefería referirse al asunto hasta esta semana. Días atrás, Segnini sí se refirió a los puntos en discusión para el acuerdo.
Un informe del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme), de la Universidad de Costa Rica (UCR) realizado entre noviembre del 2014 y marzo del 2015, reveló que todos los puentes de la carretera a Limón presentan daños graves.
De las 32 estructuras de la ruta, ocho fueron calificadas en estado crítico, otras ocho como deficientes y las restantes 16 fueron inspeccionadas, pero aún está pendiente su categorización.
Dimensiones. Los chinos tampoco cedieron en hacer los espaldones del ancho que se pidió.
De acuerdo con el oficio DMOPT-2726-2015, el Gobierno solicitó 2,5 metros, según la normativa técnica regional. Sin embargo, se construirán de 1,8 m.
“Hay que buscar un equilibrio para mantener el respeto de la normativa, pero a la vez lograr un costo económico”, aseveró Wu.
Hacer los espaldones como los pedía el MOPT subía el precio entre $40 y $50 millones.
Ricardo Castro, de la Cámara Costarricense de la Construcción, criticó esta decisión.
“Costa Rica tiene un compromiso con el resto de los países centroamericanos con respecto a este tipo de vías y hay una normativa que se debe cumplir”, argumentó Castro.
Por su parte, Luis Guillermo Loría, del Lanamme, opinó que más bien no es recomendable tener espaldones de 2,5 metros.
“Puede ser contraproducente, porque la gente los puede usar como un carril normal de circulación, por el ancho de los mismos. Una de las opciones para prevenir esto con espaldones tan anchos, podría ser que se hagan ranurados seguidos”, añadió.
Más incertidumbre. La constructora y el Gobierno tampoco conocen la cantidad de terrenos por expropiar ni cuándo iniciarán los trabajos.
Zhou Jingxiong, ingeniero a cargo del proyecto, estimó que “si todo sale bien”, la construcción podría comenzar durante los últimos dos meses del 2016.