viernes, 24 de febrero de 2012

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Julio Jaramillo - Sonia Video

Posible canal interoceánico por Nicaragua desata polémica

 El anuncio del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, sobre la posible construcción de un canal interoceánico sobre el sureño río San Juan desató controversias en el país y puso en alerta a la vecina Costa Rica, cuando está latente un conflicto territorial en la frontera común.

Ortega informó el pasado martes que nombró una comisión especial dirigida por el vicecanciller Manuel Coronel para estudiar el proyecto, que según dijo pretende ser “una obra gigantesca”, y que luego pedirá financiamiento a sus aliados de la Alianza Bolivariana de las Américas (Alba) para ejecutarlo.

"En los próximos años empezaremos a realizar el sueño de la unidad latinoamericana con el canal por Nicaragua”, que uniría el Océano Pacífico con el Mar Caribe, confirmó la víspera la primera dama y vocera oficial, indicó la primera dama y vocera oficial, Rosario Murillo.

La primera reacción al anuncio de Ortega fue del vicecanciller de Costa Rica, Carlos Roverssi, quien advirtió que su país “tendría que autorizar un proyecto de esta magnitud” conforme el tratado el Cañas-Jerez y el laudo Cleveland del siglo antepasado.

Ambas leyes otorgan a Nicaragua la soberanía y “sumo imperio” sobre el río, ubicado al sur de su territorio, y conceden a Costa Rica derechos de “navegación con objetos de comercio”.

“Algún problema debe tener Daniel Ortega internamente para volver a generar, a profundizar la crisis ya existente entre Costa Rica y Nicaragua”, dijo Roverssi.

El funcionario aludía a la disputa que ambos países tienen por un pequeño territorio pantanoso en la frontera común y por el cual acudieron en 2011 a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que aún no resuelve definitivamente el litigio.

A ello se sumó, en los primeros días de este año, una disputa por la construcción por parte de Costa Rica de una carretera de 160 kilómetros en la margen derecha del San Juan, justamente en el tramo en que el río se convierte en frontera con Nicaragua, y por la que Managua protestó señalando que daña el ecosistema.

La construcción de un canal interoceánico, seco o “húmedo”, por parte de Nicaragua fue ampliamente analizada en los últimos años por distintos gobiernos con apoyo de especialistas extranjeros que estimaron su costo en más de 1.000 millones de dólares.

Ortega dijo que la comisión que nombró va a revisar y eventualmente adaptar algunos de los proyectos de “canal húmedo” ya existentes, sin descartar el uso del río San Juan como vía principal en el ambicioso programa.

En cuanto a la autorización que Costa Rica reclama, el jurista Manuel Madriz, experto en Derecho Internacional, opinó que los tratados bilaterales no son un obstáculo porque el laudo Cleveland establece que Nicaragua puede realizar “obras de mejoras” en el río, siempre que no resulten en la “ocupación o inundación o daño de territorio costarricense, o en la destrucción o serio deterioro de la navegación”.

Sin embargo, geólogos y ambientalistas expresaron dudas porque consideran que esa vía acuática no tiene el caudal suficiente para recibir barcos comerciales de gran calado.

Jorge Hueso, Presidente de la Fundación Gran Canal de Nicaragua, expresó que no recomienda utilizar el San Juan para tal proyecto “por razones técnicas y ambientales”, aunque consideró que podría usarse sólo una parte del río y conectarse con el lago de Nicaragua (sur).

De igual forma, el científico Jaime Incer, asesor de Ortega para temas ambientales, recordó que el río fue descartado como opción de canal comercial internacional porque “no tiene el caudal, ni la profundidad, ni la anchura” requeridas.

El diputado liberal Francisco Aguirre, ex canciller durante el gobierno de Arnoldo Alemán (1997-2002) fue más explícito: A su juicio “la construcción (de un canal sobre el San Juan), si no imposible, sería carísima”, declaró a la prensa.

“Un canal interoceánico no tiene que seguir por el Río San Juan, porque la mayoría de su cuenca tiene mucho sedimento. Aquí el gobierno podría gastar todo el dinero del ALBA y no podría hacerlo navegable para un proyecto de tal magnitud”, dijo Aguirre.