La selección de Estados Unidos remontó un resultado adverso en la tarde del 18 de julio para igualar 2-2 frente a Eslovenia y estirar el suspenso en la definición del Grupo D. El encuentro, disputado en el Ellis Park de Johannesburgo, tuvo una reacción destacable del equipo de Bob Bradley que incluso estuvo cerca de llevarse la victoria en el final.
El conjunto europeo, que había perdido sus tres compromisos en Corea/Japón 2002, dejó escapar una oportunidad dorada para ganar su segundo juego consecutivo y asegurar el pase a la siguiente fase.
La efectividad fue la principal aliada de los pupilos de Matjaz Kek en la primera parte. De hecho, apenas habían transcurrido algunos minutos cuando Valter Birsa, con un zurdazo colocado desde fuera del área, marcó el tanto más tempranero para los suyos en la historia del certamen (1-0, 13’).
Por su parte, los norteamericanos acusaron el golpe y se adelantaron en búsqueda del empate. Landon Donovan intentaba hacerse dueño del balón y Jozy Altidore, con su potencia habitual, aportaba despliegue para asociarse en el circuito ofensivo. Sin embargo, la igualdad casi llega por intermedio de un tiro libre de Francisco Torres que obligó al lucimiento personal de Samir Handanovic.
Parecía que empate estaba al caer, sobre todo luego de que Miso Brecko, sobre la línea, le ahogara el grito a Donovan. Pero sólo parecía… porque una buena combinación de Milivoje Novakovic y Zlatan Ljubijankic terminó con una soberbia definición del número 9 para estirar la ventaja en el cierre del primer tiempo (2-0, 42’).
Golazo y aluviónLo que parecía ser una jornada tranquila se transformó en una caldera para Eslovenia, luego de que Donovan, con un poderoso derechazo alto, acortara distancias en el inicio del complemento (2-1, 48’).
La presión de los de Bob Bradley crecía y casi da sus frutos luego de un buen tiro libre enviado por Donovan que no alcanzó a conectar por poco Oguchi Onyewu. Eslovenia no hacía pie y, enamorada de la ventaja, se tiró atrás en busca del contragolpe. Lo pagaría caro. Primero avisó Altidore, quien encontró bien ubicado al portero con una potente media vuelta, y luego concretó Bradley: el hijo del entrenador apareció dentro del área para anticipar al portero con un toque corto y establecer la igualdad (2-2, 82’).
No hubo tiempo para mucho más. Los eslovenos dejaron pasar una buena opción de clasificarse a octavos de final, mientras los norteamericanos esperan ratificar su envión anímico en el próximo y decisivo partido. El programa indica que los europeos definirán su suerte el próximo 23 de junio ante Inglaterra, mientras que Estados Unidos hará lo propio frente a Argelia. Ambos encuentros se jugarán a las 16:00 (hora sudafricana).
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