San José, 16 dic (EFE).- La economía de Costa Rica se desaceleró en el 2008 debido a la crisis financiera internacional, y se espera que en el 2009 se presenten condiciones "más complicadas", indicó hoy el Banco Central (BCCR) de ese país.
El presidente del BCCR, Francisco De Paula Gutiérrez, declaró en conferencia de prensa que la economía de Costa Rica cerrará 2008 con un crecimiento cercano al 3,5 por ciento, una cifra muy inferior al 7,5 del 2007 y el 8,8 del 2006.
Gutiérrez considera que aunque hubo una desaceleración, el país salió airoso de la crisis financiera internacional, pues mantiene altas reservas internacionales por 4.000 millones de dólares, un superávit fiscal, bajo desempleo (4,9 por ciento) e inversión extranjera cercana a los 2.000 millones de dólares.
Lamentó que en 2008 se desaceleraran las exportaciones y aumentaran las importaciones gracias a los altos precios del petróleo y granos básicos, lo que además contribuirá a que la inflación cierre cerca al 15 por ciento, por encima del 14 previsto por el BCCR a medio año.
Para Gutiérrez, aunque la crisis internacional tomó a Costa Rica bien preparada, se deben tomar medidas para disminuir sus impactos como por ejemplo, la aprobación legislativa de un presupuesto extraordinario de 117,5 millones de dólares para capitalizar bancos estatales y reactivar créditos al sector productivo.
También, dijo, es necesario que los diputados aprueben un crédito de 850 millones de dólares otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) destinado a la construcción de infraestructura pública que aumentará la competitividad del país y mantendrá cientos de empleos en el sector de la construcción.
El Gobierno costarricense también gestiona ante el BID un préstamo de 500 millones de dólares que se dirigiría a crear líneas de crédito para bancos comerciales en el país.
El 2009, comentó, "será más complicado" pues los mercados internacionales continuarán en recesión y provocarán que en Costa Rica baje la demanda para las exportaciones, se desacelere la inversión extrajera y caiga la demanda interna.
Sin embargo, afirmó que mantiene la esperanza de que la inflación ronde el nueve por ciento y que la balanza comercial mejore con la caída en los precios del petróleo y los granos básicos.
"Esperamos que se corrijan los desequilibrios externos y que la inflación tienda a amainar, de manera tal que en el 2010 cuando la economía internacional empiece a recuperarse, nos encuentre en una buena posición para tomar ventaja en producción y empleo y con nivel de estabilidad macroeconómica adecuado", afirmó. EFE dmm/lbb/ao