El servicio en memoria del Hermano Pablo se grabó, y ahora puede verse al pulsar el enlace «Servicio Fúnebre» en www.conciencia.net.
Un Mensaje a la Conciencia
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En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue: «Mi hija de edad universitaria ha estado saliendo con un muchacho.... [Es] una relación secreta que me molesta, ya que nunca lo ha presentado como su novio. No sé si se avergüenza de él o qué es lo que sucede. No sé cómo aconsejar a mi hija porque tiendo a criticar al muchacho, lo que puede herir los sentimientos de mi hija. Prefiero no tocar el tema. Él sería el primer novio de mi hija y... podría estarse aprovechando de ella. »¿Cómo hacer recapacitar a mi hija? Este muchacho ha venido pocas veces a la casa.» Este es el consejo que le dimos: «Estimado amigo: »Es evidente por qué su hija ha mantenido en secreto esta relación. Ella piensa que no puede decirle la verdad porque es obvio que usted no tiene buen concepto del muchacho. Ella lo invita poco a su casa porque tal vez tema que usted lo critique de frente, o diga otra cosa que la avergüence. Le aconsejamos que lo invite usted a cenar con su familia y que lo trate con respeto y bondad, sin que importe lo que sienta por él. »Lamentamos decirle que ya no es tiempo de preparar a su hija para las relaciones que habrá de tener como adulta. El tiempo oportuno para prepararla hubiera sido cuando ella aún era niña. El tiempo de conversar con ella acerca de las relaciones humanas hubiera sido en su adolescencia. Y el tiempo de supervisar sus salidas hubiera sido cuando ella estaba en la escuela secundaria. »Ahora su hija es adulta. Ella decidirá si va a seguir o a rechazar sus consejos. Si aún vive en casa con usted y depende de su sustento económico, entonces usted puede exigir que ella obedezca ciertas reglas. Sin embargo, ya que ella es adulta, si son reglas poco razonables, harán que ella se aleje de usted rápidamente. Así que en lugar de imponer reglas y hacerle advertencias, sería mucho mejor tratarla como adulta y respetar sus opiniones y decisiones. A medida que usted haga eso, ella se mostrará cada vez más dispuesta a conversar con usted acerca de su vida privada. Cuando ella hable y usted escuche sin interrumpirla, tarde o temprano se presentarán oportunidades para que usted le cuente algunas de sus propias experiencias y las razones por las que se preocupa por ella. »Cuando el apóstol Pablo les dio instrucciones a los efesios, les dijo a los hijos que obedecieran y honraran a sus padres. Pero también dijo que los padres no debieran hacer enojar a sus hijos.1 La conducta que irrita o hace enojar a los hijos adultos se da cuando sus padres no dejan de tratarlos como niños, a pesar de que ya son adultos. »No sabemos si ese muchacho le conviene a su hija o si tratará de aprovecharse de ella. Pero no es ella la que nos está pidiendo consejo. Lo que a usted más le conviene hacer es orar por su hija para que ella tenga la sabiduría que necesita y, mientras ora, pedirle a Dios que también le dé a usted la sabiduría que necesita para tratar a su hija ahora que es adulta. »Le deseamos lo mejor, »Linda y Carlos Rey.» El consejo completo, que por falta de espacio no pudimos incluir en esta edición, puede leerse con sólo pulsar el enlace que dice: «Caso 169» dentro del enlace en www.conciencia.net que dice: «Caso de la semana». | |||||||
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