domingo, 24 de octubre de 2010

EXAMEN A BARACK OBAMA




Las elecciones bicamerales y para gobernadores de los Estados Unidos se realizarán el 2 de noviembre y será el primer veredicto a la administración Obama después de dos años de gobierno. Las elecciones congresales serán para elegir a 1/3 de los senadores que duran seis años en sus funciones y a todos los miembros de la Casa de Representantes (diputados) que duran dos años.
Los comicios sirven de termómetro para medir el desempeño de la administración en Washington. Las encuestas efectuadas se muestran fulminantes para los demócratas, que gastaron más dinero que cualquier Gobierno en la historia para fomentar el crecimiento económico, sin alcanzar logros positivos, endeudando al país a niveles estratosféricos.
El déficit ha llegado a 14 trillones de dólares (billones en español), equivalentes al 94% del producto interno bruto (PIB) anual. El desempleo continúa bordeando el 10%, de manera que toda la inyección de dinero no sirvió para generar trabajo ni mejorar la vida del ciudadano medio.
Culpar a la administración previa sigue siendo el argumento de los resentidos e inútiles. Todo Gobierno recibe los aciertos y errores de sus predecesores. Después de dos años y 14 billones, el único responsable de la actual situación es Barack Obama.
Adiós a Pelosi. De acuerdo con las predicciones de FiveThirtyEight, que son las más atinadas en lo que respecta a proyecciones domésticas de los Estados Unidos, la renovada Cámara de Representantes contará con 227 republicanos y 207 demócratas. Será el adiós a Nancy Pelosi como líder de la mayoría, primera mujer elegida para el cargo, tercera en sucesión después del Presidente, y la más ególatra del Congreso.
Los demócratas ganarán 52 escaños en el Senado, contra 48 de los republicanos. Si el Tea Party no hubiese postulado a candidatos inexpertos como Christine O´Donnell, que no se atrevió a presentarse a una entrevista con Bill O´Reilly, marcando el comienzo de su derrota, los resultados podrían ser mejores para la oposición.
Lección n.º1: El que no está preparado para contestar cualquier pregunta, hacer frente a cualquier debate, en cualquier foro y con cualquier entrevistador, ¡no debe meterse en política! Lección n.º2: Ser candidato por un “movimiento” y no por un partido organizado, generalmente trae malas consecuencias. Si los aspirantes independientes se hubiesen cobijado bajo el Partido Republicano desde un comienzo, podían haberse hecho más potables al público. Habrá 30 gobernadores republicanos y 19 demócratas. Uno queda por definirse.
El fracaso. El fracaso de Obama es contundente. El país no está mejor que cuando él tomó el poder y la insatisfacción es mayoritaria. Según Gallup, 45% de la ciudadanía considera que la condición económica es mala. Apenas 12% la considera buena o excelente. El 62% opina que se está poniendo peor, frente al 32% que la ve mejorando.
La población percibe con desconfianza la implantación de la nueva ley de salud pública, que fue aprobada únicamente por los demócratas aprovechando la mayoría bicameral. La polarización de la sociedad sigue en aumento. No hay que desestimar la erupción de conflictos sociales violentos en los próximos años, si Obama continúa apretando el acelerador hacia la socialdemocracia y actuando con indulgencia con el islam.
Estados Unidos ha perdido espacio en el contexto mundial. Latinoamérica se le ha ido de las manos. El narcotráfico está en auge inundando el mercado norteamericano. La guerra en Paquistán y Afganistán no se define. Osama Bin Laden sigue libre. La Hermandad Musulmana ha llamado a incentivar la Yihad. El conflicto árabe-israelí mantiene su statu quo. Irán se está convirtiendo en potencia nuclear; Hugo Chávez quiere lograr lo mismo, y Barak Obama no sabe dónde está parado, ni qué hacer. Después de las elecciones tomará unas vacaciones y jugará al golf, vistiendo una remera que diga: “cambio en el que puedes confiar”.

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