VARA BLANCA, Costa Rica (AFP) — Helicópteros de Estados Unidos y Colombia se sumaron el sábado en Costa Rica al rescate de cientos de personas aisladas -incluido turistas extranjeros- cerca del volcán Poás, epicentro de un terremoto de 6,2 grados Richter que dejó al menos 18 muertos.
Según el último balance de la Cruz Roja, centenares de personas continuaban aisladas o desaparecidas, pese a que los socorristas han rescatado a la mayoría de los turistas de varias nacionalidades aislados en hoteles próximos al Poás, uno de los mayores atractivos turísticos de Costa Rica, situado a unos 40 km de San José.
"Hay 18 fallecidos y 56 desaparecidos, según el último corte hecho en horas del mediodía" del sábado, dijo a la AFP una portavoz de la Cruz Roja Costarricense, Lilia Marín.
Otras 91 resultaron heridas y 1.378 damnificados permanecen en albergues de emergencia, dijo Marín.
La zona del epicentro, donde se han registrado más de 1.500 réplicas tras el terremoto, es un terreno montañoso de bosque húmedo donde hay varias aldeas y hoteles, con rutas estrechas y escarpadas en las que se produjeron numerosos derrumbes tras el más fuerte sismo registrado en 150 años en esta región.
Todavía quedarían personas atrapadas -algunas muertas- en los vehículos soterrados por los aludes de tierra, comprobó un fotógrafo de la AFP.
Dos helicópteros estadounidenses Blackhawk despachados desde Honduras se sumaron este sábado a las operaciones de búsqueda y rescate de las personas aisladas y desaparecidas, y luego colaborarían en la recuperación y traslado de cadáveres de víctimas, informó la Policía.
"Estamos con el componente de helicópteros norteamericanos en la zona (de mayor devastación) y de helicópteros colombianos", dijo un portavoz policial, sin precisar el número ni el modelo de los aparatos enviados por Bogotá.
Las operaciones aéreas habían sido realizadas hasta ahora por cinco helicópteros civiles alquilados por el gobierno, debido a que Costa Rica no tiene Fuerzas Armadas, y otros fletados por agencias de turismo para rescatar a algunos clientes desde hoteles de la zona devastada.
El embajador estadounidense, Peter Cianchette, autorizó además la entrega de 50.000 dólares de fondos de asistencia para desastres en el extranjero al gobierno costarricense, dijo la embajada.
Nicaragua también ofreció su apoyo para los damnificados del terremoto, entre los que hay nicaragüenses que residen en este país.
Asimismo, otros gobiernos de Centroamérica y China ofrecieron ayuda, dijo el presidente Oscar Arias, quien llamó a la empresa privada, iglesias y clubes sociales a ayudar a los damnificados.
"Apelo a los clubes de Leones, clubes Rotarios y todos los existentes que tienen ese espíritu (...) para que demuestren su solidaridad. Hay muchos costarricenses pasando momentos muy duros", dijo Arias, quien abrió un centro de acopio de ayuda en la Casa Presidencial.
"Lo que más se necesita en este centro es aceite y manteca, azúcar, sal, café, cobijas, 'sleeping bags' (sacos de dormir), almohadas", dijo una portavoz de la Presidencia.
Las tareas de coordinación de ayuda a los damnificados se vieron alteradas al incendiarse el viernes parte de la sede central de la Comisión Nacional de Emergencias en San José, debido a una chispa de soldadura que inflamó colchonetas en una bodega con materiales de ayuda.
El Organismo (policía) de Investigación Judicial informó que 24 agentes trabajaban en terreno recuperando cadáveres para su identificación, traslado y autopsias.
Los patrullas terrestres continuaban la búsqueda de personas aisladas en torno al Poás, donde unos 150 turistas estadounidenses, franceses, canadienses y españoles, entre otros, fueron evacuados el viernes tras vivir largas horas de temor luego del fuerte sismo, dijo la Cruz Roja.
Un número indeterminado de residentes y turistas permanece aislado en Cinchona, uno de los pueblos más afectados por el terremoto, a la que sólo se podía acceder por helicóptero.
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