jueves, 24 de septiembre de 2009

Disturbios y saqueos por crisis política en Honduras


Las autoridades reprimieron el miércoles con gases lacrimógenos y garrotazos una manifestación en apoyo al presidente derrocado Manuel Zelaya, mientras la convulsión en Tegucigalpa crecía tras registrarse la muerte de un adolescente, saqueos a negocios y disturbios, algunos cometidos bajo un toque de queda.

Miles de simpatizantes de Zelaya aprovecharon la suspensión por unas horas del toque de queda para mostrar el apoyo a su líder, pero las fuerzas de seguridad les impidieron avanzar hacia la embajada de Brasil, donde el mandatario depuesto se encuentra refugiado desde el lunes, cuando regresó a Tegucigalpa de incógnito. Zelaya fue derrocado el 28 de junio y enviado al exilio.

Ante la imposibilidad de llegar al recinto diplomático, la marcha se encaminó al parque central, donde la policía la dispersó. En medio de los disturbios fueron destruidos los ventanales de varios restaurantes de comida rápida. Al menos dos personas fueron detenidas por los incidentes, según reportes preliminares de la policía.
Por la noche, el gobierno de facto anunció que suspenderá a partir del jueves el toque de queda que mantenía desde el lunes tras la llegada de Zelaya.
"A las 6 de la mañana del jueves queda suspendido el toque de queda en todo el territorio nacional", informó el gobierno de facto en un comunicado difundido por cadena de radio y televisión. Instó a los empleados públicos y a la población a incorporarse a sus labores, luego de garantizarles la seguridad en sus actividades diarias.
Entre la noche del martes y la madrugada del miércoles, grupos de ciudadanos desafiaron el toque de queda y se enfrentaron con autoridades en al menos 50 lugares distintos, en incidentes que dejaron al menos un muerto y 113 detenidos, se informó oficialmente.
El vocero del ministerio de Seguridad de facto, Orlin Cerrato, acusó a los protagonistas de los desórdenes de ser partidarios de Zelaya, a quienes atribuyó actos de vandalismo y saqueos.
Veinte zelayistas fueron arrestados el miércoles en la noche por quemar neumáticos, bloquear calles y ocasionar disturbios en siete puntos diferentes de la capital, según informó el vocero policial Víctor López.
Otro grupo de opositores hizo disparos al aire al pretender asaltar el santuario de la Virgen de Suyapa, patrona católica de Honduras, situado al este de la ciudad. La acción fue frustrada debido a que la policía se presentó de inmediato al templo y dispersó a los atacantes, a solicitud de los sacerdotes.
Sin dar explicaciones, López dijo que la seguridad había sido aumentada considerablemente en los alrededores de la embajada brasileña, y las autoridades pidieron a los periodistas que se alejaran unos 100 metros.
Medios locales afirmaron que unos 2.000 soldados y policías estaban en el lugar.
El jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas, general Romeo Vásquez, llegó a la calle aledaña a la sede diplomática a inspeccionar a sus tropas, dijo al canal 5 de televisión el portavoz militar, coronel Ramiro Archaga.
Por otro lado, la Organización de los Estados Americanos informó el miércoles que los embajadores latinoamericanos y europeos que abandonaron Tegucigalpa regresarán el fin de semana a Honduras para promover el diálogo y tratar de evitar una explosión social tras el regreso de Zelaya.
Lo importante ahora es evitar "el desbordamiento en la embajada de Brasil", declaró el canciller español Miguel Angel Moratinos, luego de una reunión con el secretario general de la OEA José Miguel Insulza y representantes de varios países latinoamericanos en la misión de España ante las Naciones Unidas.
"La situación es de enorme gravedad y queremos enviar un mensaje muy claro a las autoridades de facto de Honduras de que la comunidad internacional estará detrás del gobierno de Brasil, de la embajada, de la protección, de la seguridad, de la integridad", dijo Moratinos.
El canciller dijo que va a pedir el retorno del representante español en Tegucigalpa para "que pueda ayudar en esta nueva situación sobre el terreno".
En Nueva York, el presidente venezolano Hugo Chávez y su colega boliviano Evo Morales llegaron al Lincoln Center para la proyección del documental del cineasta Oliver Stone "Al sur de la frontera", y se reunieron con la prensa antes del evento. A una pregunta sobre si podía explicar cómo llegó Zelaya a Honduras, Chávez respondió:
"Venezuela ha apoyado y apoyará con todo lo que podamos la restitución pacífica de Zelaya al gobierno, como tiene que ser... No me corresponde a mí revelar secretos. Es una operación secreta, de engaño... ¿Tú no viste la cara de Gorileti (el presidente de facto hondureño, Roberto Micheletti) cuando le preguntaron (sobre la llegada de Zelaya a Honduras)?"
El mandatario venezolano continuó:
"Zelaya en un punto intermedio se desapareció, en carro... en tractores, apoyado por el pueblo. Algunos militares lo apoyaron y llegó ahí, al corazón de su patria... Zelaya fue el que hizo el plan. Tú sabes que él es un vaquero, tipo Pancho Villa, valiente... Me dijo, 'Chávez, si muero, muero, pero yo voy a entrar en Tegucigalpa'. Y ahí está".

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