Acueducto se abastece de tomas superficiales, de fácil contaminación
Vecinos de San Miguel anuncian que hoy impedirán las clases como protesta
Los vecinos de cuatro distritos del este del cantón de Santo Domingo, en Heredia, creen que el agua provoca un brote de diarrea y vómitos que comenzó hace 10 días.Desde ese momento, unos 110 enfermos fueron atendidos en la clínica de Tibás, pero muchas personas buscaron tratamiento por otros medios.“Eran cuadros diarreicos con incidencia familiar; llegaban (enfermos) dos o tres miembros de una misma familia. A partir del jueves hubo menos casos”, dijo José Barquero Bolaños, director médico de Coopesain, que administra ese centro de salud.Los distritos afectados son San Miguel, Paracito, Pará y Tures, donde viven 14.500 personas, quienes toman agua del acueducto de la Municipalidad de Santo Domingo.Como medida de presión, los padres de familia anunciaron que impedirán que hoy se imparta clases en la Escuela Presbítero Ricardo Salas Campos, de San Miguel.Jéssica Chacón González, cuyo hijo está en sexto grado, afirmó que varios estudiantes han sufrido vómitos y diarrea, por lo que esperan una solución del Ayuntamiento.Estudio. Aunque todos creen que el agua que consumen está contaminada, será hoy cuando estén listos los análisis hechos por el Laboratorio Nacional de Aguas del Instituto Nacional de Acueductos y Alcantarillados (AyA), afirmó su director Darner Mora.No obstante, Mora advirtió que esa zona se abastece de agua tomada de fuentes superficiales, como ríos o quebradas, que son más propensas a contaminación.“Ellos necesitan una planta de tratamiento; agregarle cloro (al agua) es insuficiente”, dijo Mora.Por su parte, la alcaldesa, Laura Prado, anunció un proceso licitatorio para construir la planta, por un monto cercano a los ¢500 millones.La funcionaria municipal sospecha que las intensas lluvias de hace 10 días provocaron la contaminación del agua.“El lunes (de la semana pasada) sabíamos que el nivel de cloración era el correcto, pero las lluvias en exceso arrastraron mayor sedimentación al caudal”, aseguró.Prado dijo que apenas se enteraron del aumento en los casos de diarrea y vómitos, coordinaron con el Ministerio de Salud y el Laboratorio Nacional de Aguas.“La gente sabe que si el agua llega sucia, debe dejar que se asiente, luego separar los sedimentos y hervirla, para que se pueda utilizar para consumo”, señaló.Sin embargo, los vecinos no se muestran muy convencidos ante esos argumentos.“Estamos esperando los resultados de un análisis que mandó a hacer un vecino porque el agua sale con herbicidas, heces y una bacteria que ocasiona los problemas en el estómago”, puntualizó Sandra Mora, una de las vecinas.Sobre esto, Prado considera que es prudente esperar los resultados definitivos de los análisis, para no provocar pánico en la población.
Acueducto se abastece de tomas superficiales, de fácil contaminación
Vecinos de San Miguel anuncian que hoy impedirán las clases como protesta
Los vecinos de cuatro distritos del este del cantón de Santo Domingo, en Heredia, creen que el agua provoca un brote de diarrea y vómitos que comenzó hace 10 días.
Desde ese momento, unos 110 enfermos fueron atendidos en la clínica de Tibás, pero muchas personas buscaron tratamiento por otros medios.
“Eran cuadros diarreicos con incidencia familiar; llegaban (enfermos) dos o tres miembros de una misma familia. A partir del jueves hubo menos casos”, dijo José Barquero Bolaños, director médico de Coopesain, que administra ese centro de salud.
Los distritos afectados son San Miguel, Paracito, Pará y Tures, donde viven 14.500 personas, quienes toman agua del acueducto de la Municipalidad de Santo Domingo.
Como medida de presión, los padres de familia anunciaron que impedirán que hoy se imparta clases en la Escuela Presbítero Ricardo Salas Campos, de San Miguel.
Jéssica Chacón González, cuyo hijo está en sexto grado, afirmó que varios estudiantes han sufrido vómitos y diarrea, por lo que esperan una solución del Ayuntamiento.
Estudio. Aunque todos creen que el agua que consumen está contaminada, será hoy cuando estén listos los análisis hechos por el Laboratorio Nacional de Aguas del Instituto Nacional de Acueductos y Alcantarillados (AyA), afirmó su director Darner Mora.
No obstante, Mora advirtió que esa zona se abastece de agua tomada de fuentes superficiales, como ríos o quebradas, que son más propensas a contaminación.
“Ellos necesitan una planta de tratamiento; agregarle cloro (al agua) es insuficiente”, dijo Mora.
Por su parte, la alcaldesa, Laura Prado, anunció un proceso licitatorio para construir la planta, por un monto cercano a los ¢500 millones.
La funcionaria municipal sospecha que las intensas lluvias de hace 10 días provocaron la contaminación del agua.
“El lunes (de la semana pasada) sabíamos que el nivel de cloración era el correcto, pero las lluvias en exceso arrastraron mayor sedimentación al caudal”, aseguró.
Prado dijo que apenas se enteraron del aumento en los casos de diarrea y vómitos, coordinaron con el Ministerio de Salud y el Laboratorio Nacional de Aguas.
“La gente sabe que si el agua llega sucia, debe dejar que se asiente, luego separar los sedimentos y hervirla, para que se pueda utilizar para consumo”, señaló.
Sin embargo, los vecinos no se muestran muy convencidos ante esos argumentos.
“Estamos esperando los resultados de un análisis que mandó a hacer un vecino porque el agua sale con herbicidas, heces y una bacteria que ocasiona los problemas en el estómago”, puntualizó Sandra Mora, una de las vecinas.
Sobre esto, Prado considera que es prudente esperar los resultados definitivos de los análisis, para no provocar pánico en la población.