FOTOGRAFIAS DE JUAN CARLOS ZUÑIGA ROJAS DEL ICE
Los principales sindicatos del estatal Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) marcharon hoy hacia la Asamblea Legislativa para manifestar su rechazo a una iniciativa de ley que pretende aumentar la participación de empresas privadas en la generación eléctrica.
Con pancartas y ataviados con ropa amarilla, color característico del ICE, cientos de trabajadores de la institución realizaron un paro de labores y realizaron una marcha hacia el Congreso para pedir que se descarte el proyecto de ley, que está en estudio de una comisión legislativa.
El presidente de la Asociación Nacional de Técnicos y Trabajadores de la Energía y las Telecomunicaciones (Anttec), sindicato del ICE, Jorge Arguedas, declaró a periodistas que la iniciativa de ley afectará a los sectores más vulnerables del país, pues provocará aumentos en las tarifas.
"Es la voracidad de la clase política que quiere privatizar no solo las telecomunicaciones sino también el sistema eléctrico", declaró Arguedas.
El líder sindical afirmó que este tema debe discutirse en un debate amplio que incluya a los diversos actores de la sociedad civil.
Por su parte, el ICE indicó que los trabajadores tienen el derecho a manifestarse y aseguró que los servicios de electricidad y telecomunicaciones que ofrece la institución no se vieron afectados por el movimiento de hoy.
En mayo pasado el Gobierno de Costa Rica envió al Congreso el proyecto de Ley de Contingencia Eléctrica, el cual busca que la generación privada permitida por ley pase del 15 % al 25 % de la electricidad total del país.
Además, el proyecto propone que el ICE, principal generador y comercializador eléctrico del país, tenga la posibilidad de comprar a los generadores privados hasta el 40 % de la energía que distribuye, a diferencia de lo que en la actualidad permite la ley que es del 30 %.
El Gobierno ha dicho que el proyecto de Contingencia garantizará el suministro eléctrico mientras el ICE construye plantas hidroeléctricas como la de "El Diquís", que será la más grande de Centroamérica, pues producirá 630 megavatios.
El ICE tenía planeado que esta hidroeléctrica comenzara a operar en 2016, pero enfrenta la oposición de los pueblos indígenas de la zona sur del país, pues se ubicará en su territorio y les obligará a movilizarse a otro sitio.
El proyecto, que se encontraba en fase de estudios previos, está paralizado y el ICE está tratando de organizar una consulta a esas poblaciones indígenas al respecto.
Costa Rica está electrificada en un 99 %, tiene la capacidad para generar 2.500 Megavatios (MW) (cerca del 90 % con fuentes limpias) y una demanda de 1.500 MW, la cual, según cálculos oficiales, se incrementará entre 5% y 6% anual durante la próxima década.
Según datos del Gobierno, en los próximos diez años el país deberá duplicar su capacidad de generación, para lo que se requiere una inversión de 9.000 millones de dólares