Los sismos generados en las últimas semanas han tenido origen en fallas geológicas locales que se ubican en el Valle Central. Según explicó Wilfredo Rojas, sismólogo de la Red Sismológica Nacional (RSN), estas tienen capacidades de generar movimientos cercanos a los 6,5 grados, suficientes para causar eventuales daños.
El especialista indicó que la actividad sísmica ha estado concentrada en la zona de los Santos, la cercanía de Cartago y Jacó. Todas son zonas activas, que no presentan un potencial tan alto como la parte norte de la península de Nicoya y las fallas locales consisten en la principal amenaza en la región metropolitana.
“Solo en el Gran Área Metropolitana (GAM) hay ocho sistemas de fallas. Estas tienen capacidad de liberar sismos entre 6 y 6,5 grados en la escala Richter. Podemos poner como referencia el terremoto de Cinchona, el cual fue de magnitud 6,2. Ni pensemos en un sismo de 6 o 6,5, aquí cerca de la ciudad porque podría ser destructivo. Eso sí, no existe la capacidad de generar sismos de subducción que tienen capacidad de hasta 7 grados”, citó Rojas.
Algunas fallas son conocidas como Lara, Aguacaliente, Navarro, Bello Horizonte, Escazú y Alajuela. El sismólogo explicó que esto es un comportamiento bastante normal y parte de la actividad típica de un país como Costa Rica.
“Justamente el centro del país, es una zona de interacción en lo que se llama el ‘cinturón deformado’. Toda esta parte central pone en contacto dos placas, la placa Caribe que se divide en dos bloques, en otras palabras el bloque de Panamá y el de Chorques, al norte de Guanacaste”, dijo el experto.
Llamado preventivo
Rojas aseguró que las labores preventivas recaen directamente en la Comisión Nacional de Emergencias (CNE). Recordó que hace poco se hizo un refrescamiento en los cálculos de amenaza y se determinó que la amenaza sísmica del Valle Central es importante.
“Las autoridades ya son conscientes de eso. Sin embargo, hay mucho por hacer. Por ejemplo, el país tiene que prepararse, el llamado que hacemos es que el país tienda a una preparación para mitigar en el futuro esta alta amenaza sísmica que existe en el GAM. Sé que se están dando pasos, pero en conjunto tenemos que seguir trabajando para reducir el riesgo”, concluyó el especialista.