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martes, 12 de noviembre de 2013

Sobre la Empresa Multipagos.

05 de Noviembre de 2013

ANTTEC 161-13

Señor

Jaime Palermo Quesada

Gerencia Clientes Telecomunicaciones

Instituto Costarricense de Electricidad

Estimado Señor:

En forma reiterada ANTTEC, ha denunciado en reuniones donde usted ha participado junto con don Teófilo de la Torre y Martin Vindas, la forma en que el señor Roy Solano propietario de la Empresa Multipagos, viene administrando de manera totalmente irregular, el negocio que maneja con el ICE.

No alcanzamos a comprender, como ustedes continúan alcahueteando a personas tan nefastas que le escamotean los derechos fundamentales a los trabajadores (as), como salarios justos y cargas sociales, las cuales la Institución por ley le reconoce sus pagos a esta empresa.

Sumado a esto, adjuntamos las quejas del propietario de la tienda Kolbi en la Avenida Central, donde la deuda por alquiler del local llega a los $ 67.668 dólares Americanos, (sesenta y siete mil seiscientos sesenta y ocho dólares Americanos).

Esta acción ensucia la imagen institucional, pues el público no está enterado que no es nuestra Institución el que está operando este tipo de negocios, si no un irresponsable explotador de sus trabajadores (as) y de la marca Kolbi en la cual el ICE, gastó miles de millones de colones para posesionarla en el mercado. Ante esta penosa situación nos preguntamos qué está haciendo el administrador del contrato, que según el Jefe del CAIC San José, es el señor Alberto Muñoz Alvarado.

Como esta persona, siendo un funcionario público ha permitido tanta violación a las leyes comerciales y laborales, que incluyen derechos humanos fundamentales como los antes mencionados para los trabajadores (as) de esta empresa que repetimos, el ICE reconoce puntualmente como indica la ley.

Adjuntamos todas las evidencias, así como en su momento aportamos las pruebas testimoniales de trabajadores (as), que han pasado por esta lamentable situación.

Esta organización solicita:

1. Dejar sin efecto todos los contratos que el ICE tenga con la Empresa Multipagos S.A. o con cualquiera empresa donde aparezca el Señor Roy Solano.

2. Iniciar los juicios civiles, o penales en contra del señor Roy Solano, por haber ensuciado la imagen institucional del ICE, y socavado los derechos fundamentales de los (as) trabajadores.

3. Abrir juicio ordinario disciplinario de despido sin responsabilidad patronal, a los responsables en el ICE, por haber faltado al deber de probidad y no actuar en forma diligente para defender los fondos públicos, utilizados en este negocio y propiciar con ello la mancha de la imagen institucional ante terceros y la opinión pública en General.

Esperamos una acción inmediata en este tema, recordándole que ya existe jurisprudencia en el caso de la Empresa Británica, donde el ICE ante nuestra denuncia actúo en forma diligente.

De no actuar en consecuencia, estaremos llevando este penoso caso al Ministerio Publico u otra instancia, pues lo único que crea es falto de credibilidad e impunidad en la función pública.

Tenemos información de que ahora no solo entregan las agencias así como las remodelaciones de estas, lo que revela un alto grado compadrazgo y de alcahuetería.

Atentamente,

Jorge Arguedas Mora Julio Duran Mora

Presidente Secretario

CC:

Presidencia Ejecutiva

Gerencia General

Auditoria ICE

Trabajadores (as)

Un Mensaje a la Conciencia Video | Audio 12 nov 13

Un Mensaje a la Conciencia

Video | Audio

	12 nov 13
	«UNA NUEVA PERSPECTIVA DE LA VIDA»
	por Carlos Rey

El 10 de septiembre de 2001, un día antes del ataque terrorista contra las torres gemelas de Nueva York, Félix Sánchez presentó su renuncia. Corredor de bolsa de la agencia Merril Lynch, que tenía sus oficinas en aquellas impresionantes torres, Sánchez tenía talento como asesor de finanzas. El día siguiente, pocas horas después de haber desocupado su escritorio y de haberse despedido de sus compañeros de trabajo, parecía tener además muchísima suerte. Su decisión oportuna lo había salvado de la horrible muerte inesperada que sufrieron sus colegas.
Pero la suerte no habría de acompañarlo más que dos meses contados. Porque el día 12 de noviembre Félix Sánchez tomaría la desafortunada decisión de abordar el aerobús de American Airlines, vuelo 587, que no llegó a su destino en Santo Domingo sino que se estrelló en un barrio residencial de Nueva York poco después de despegar. Y Sánchez estaría entre los 265 que perecieron, entre ellos 174 dominicanos compatriotas suyos.
De apenas veintinueve años de edad, Sánchez había soñado con tener su propia agencia deportiva. Por eso volaba a su patria aquel lunes, para reunirse con futuros clientes en su nueva carrera como asesor de finanzas de beisbolistas dominicanos. Ya se había ganado la confianza de ciertos jugadores de renombre. Esperaba poder ayudar a sus paisanos a invertir con prudencia su dinero.
«Después de lo de las Torres Gemelas, él tenía una nueva perspectiva de la vida —contó su amigo Sid Wilson—. La última vez que nos vimos, él estaba muy entusiasmado. ¡No lo puedo creer!»
Para muchas personas, lo más increíble del caso de Félix Sánchez es que, habiendo tenido tan buena suerte el 11 de septiembre, la haya tenido tan mala el 12 de noviembre. Pero, a fin de cuentas, ¿es la suerte lo que determina el desenlace de nuestra vida?
De Moisés, que sacó del cautiverio en Egipto a su pueblo Israel, pudo haberse dicho acerca de su infancia: «¡Qué suerte tuvo! ¡La princesa, hija del mismo faraón que había condenado a muerte a todos los niños hebreos que nacieran, lo sacó del río Nilo, salvándolo de la muerte!» Pero pudo haberse dicho lo contrario acerca de Moisés cuando ya era mayor de edad: «¡Qué mala suerte tuvo! Lo delató un hebreo de su propia sangre por haber matado a un egipcio que golpeaba a otro hebreo hermano de los dos. ¡Y por eso el faraón, que lo había tratado como su propio nieto, intentó matarlo!» De ahí en adelante vemos a Moisés, si mantenemos esa línea, una vez con mucha suerte, otra sin suerte alguna, hasta el día antes de su muerte, en que recibe la trágica noticia de que en esta vida no habrá de ver la tierra prometida a la que ha guiado a su pueblo a través del desierto durante cuarenta largos años.
Lo cierto es que en el caso de Moisés no era suerte, como tampoco lo fue en el caso de Félix Sánchez, sino la consecuencia de sus decisiones en combinación con las de los demás. Lo único que podemos aprender de tales casos es a tomar las decisiones más acertadas posibles, y a encomendarnos a Dios, a fin de que, pase lo que pase, estemos preparados, como Moisés, para ver la tierra prometida en la vida venidera.

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