lunes, 14 de diciembre de 2015

UN DESMADRE ENTRE ESTUDIANTES CON INVITADOS ESPECIALES, DROGRAS, LICOR, ARMAS, JOVENES COLEGIALES Y MUCHO SEXO

Madre: ‘Vi como unas pastillas y casi me desmayo’



Las horas que caminó entre cabañas y oscuridad se hicieron eternas para esta madre.
Su esperanza estaba en encontrar a su hijo adolescente, de 16 años de edad, antes de que él bebiera el licor o consumiera alguna otra droga, de las que se ofrecían por todos los rincones.
A como pudo, la mujer (cuya identidad se reserva por asuntos legales) se coló en la fiesta de colegiales, que se realizó el viernes, en un centro turístico, en El Rodeo de Dulce Nombre de Coronado.
Los hechos que la llevaron hasta ahí comenzaron pasadas las 5 p. m. , cuando su hijo debió regresar del colegio, pero no lo hizo.
Un par de horas más tarde, la mujer halló una nota del joven que le avisaba que no llegaría a dormir. “Él nunca había hecho algo así”, contó.
A partir de ese momento comenzó a buscarlo. Contactó a amigos de su hijo y se enteró de la fiesta. Una vez en el lugar, logró pasar inventándole una excusa a los guardas de seguridad.
“Había como cabañas, entonces, las rodeé. En una cabina había unos muchachos con una pipa de las que tienen unas mangueras (narguila) y una mesa llena de licores. En la otra cabina había unas bolsitas con algo y como pastillas. Cuando yo vi eso, casi me desmayo”, recordó la madre.
Al no encontrar al muchacho, ella salió y esperó fuera de la finca para ver si él llegaba.
“Dos muchachos fueron a cerrar el portón. En eso, llegó un auto, se baja un muchacho como de 16 años, con un arma en el pantalón”, expresó esta trabajadora.
En cierto momento, un grupo de unos 20 jóvenes se acercó al lugar, y entre ellos, reconoció a su hijo, pero, al verla, él corrió.
Eran alrededor de las 9:30 p. m., y ya otros padres, procedentes de varios cantones, habían llegado al lugar.
“Yo llamé al 911 y les dije que por ahí andaban varias patrullas, pero no hicieron nada. Unos policías entraron y salieron”.
La madre dijo que cuando la administradora abrió el paso, salieron jóvenes borrachos y vomitando. Su hijo no estaba.
Horas más tarde, ella lo localizó desorientado, caminando en el centro de San Isidro de Coronado. Ayer, la madre tenía cita con las autoridades, a quienes pidió atención para el joven.

Colegiales arman sus propias fiestas con alcohol y drogas

Colegiales arman sus propias fiestas con alcohol y drogas



Unos 400 jóvenes de diferentes centros educativos llegaron a la cita; lucían pulseras de colores que demostraban que pagaron por el ingreso y consumían sustancias, fuera y dentro de cuatro cabañas que hay en ese sitio.
Algunos padres de muchachos participantes dieron la alerta a las autoridades, quienes poco pudieron hacer al respecto.
Aunque los administradores del centro estuvieron en la actividad, ellos aseguraron a La Nación que el lugar había sido contratado por padres para un fin distinto y que detuvieron la fiesta cuando esta “se salió de control”.
“Cuando una chiquita me llamó, le dije el monto y todo, pero le advertí de que no se le alquilaba si no venía con los padres. En efecto, a los días vino con los papás”, aseguró Tatiana Zeledón, responsable del establecimiento.
“Me dijeron que era una actividad del colegio (Liceo Laboratorio de Moravia), que eran 120 alumnos. Yo les dije que tenían que venir padres el día de la fiesta y el señor dijo que iba a coordinar que vinieran seis papás”, contó la mujer, quien reside con su familia en un aposento dentro del lugar.
La empleada dijo que los muchachos empezaron a llegar el viernes alrededor de las 8 p. m. con equipos de música y con cinco oficiales de seguridad privada, quienes revisaban a los jóvenes.
“Algunos eran mayores (de edad). Le dije (a la estudiante que gestionó el contrato): ‘¿Dónde están sus padres? Necesito que los traiga’”, narró la administradora.
Agregó que puso fin a la fiesta cuando vio que los vigilantes decomisaron drogas como marihuana y que no había padres. “No duró cuatro horas”, afirmó.
Para ese entonces, algunos padres de familia estaban en las cercanías para llevarse a sus hijos.
Monto. El centro había cobrado ¢300.000 a los estudiantes por el alquiler. Los organizadores vendían cada entrada a ¢3.000.
Carlos Alvarado, director del Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD), informó de que estas actividades al margen de la ley son cada vez más frecuentes y que, efectivamente, son organizadas por los mismos colegiales.
“Son chiquillos muy emprendedores, que se han dedicado a hacer estos trabajos”, manifestó.
El funcionario agregó que el uso de drogas también se ha detectado en celebraciones de serenatas, despedidas de grupos o en los llamados encuentros intercolegiales.
“Los padres tienen miedo de denunciar porque podrían afectar la relación con sus hijos o por elbullying que otros estudiantes puedan hacer contra los hijos de los denunciantes”, consideró Alvarado, quien, además, pidió a la ciudadanía alertar de estas situaciones para evitar problemas mayores.
El jefe del ICD dijo que la entidad fue alertada de la fiesta en Coronado el mismo viernes en la tarde, pero que, en ese momento, no se podía coordinar con instituciones vinculadas con el tema, como el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) y el Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA).
Héctor Murillo, jefe de la Fuerza Pública de El Rodeo, comunicó, a través de la oficina de prensa del Ministerio de Seguridad, que padres procedentes de Alajuela avisaron a la Policía.
Sin embargo, los oficiales tuvieron limitaciones para actuar por tratarse de una propiedad privada. Los policías entraron a conversar con los agentes contratados y realizaron un informe.
La Nación intentó hablar, vía telefónica, con la directora del Liceo Laboratorio de Moravia, Ana María González, pero no estaba.
Marjorie Castro, directora del Colegio Técnico Profesional de Purral, al cual asiste un estudiante que participó en la fiesta, dijo desconocer lo sucedido. “Me extraña, porque tenemos buena comunicación con los jóvenes. Este colegio ha mejorado mucho”, expresó.
Padres. Tanto el jefe del ICD, como Rocío Solís, contralora de Derechos Estudiantiles del Ministerio de Educación Pública, insistieron en que los padres deben saber dónde están sus hijos.
“No es posible que muchachos de 16 o 17 años lleguen de madrugada a sus casas. Los padres deben saber dónde están”, dijo Solís.
La funcionaria destacó que las autoridades de los centros educativos saben que deben avisar a la Policía de esos asuntos.

OIJ decomisa marihuana en bus que llevaba estudiantes a paseo de fin de año

OIJ decomisa marihuana en bus que llevaba estudiantes a paseo de fin de año



Agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Cartago intervinieron este martes a las 6 a. m. un bus que llevaba a decenas de estudiantes a su paseo de fin de año hacia Tambor, en la Península de Nicoya. En la unidad el OIJ encontró una cantidad de marihuana con la que se podrían elaborar al menos 100 cigarrillos.
Los agentes tenían informes confidenciales de que ese bus iba con droga, por lo que con perros adiestrados para la detección de estupefacientes intervinieron la unidad minutos después de iniciado el paseo de fin de año.
En el bus, con la ayuda de los perros, los agentes ubicaron tres puchos de marihuana así como una romana, una especie de pipa para fumar, una tacita para juntar residuos y boletas para elaborar los cigarrillos.
En total los perros detectaron la presencia de drogas en pertenencias y ropas de cuatro estudiantes cuyos padres de familia fueron requeridos en el lugar del allanamiento y se  llevaron a los estudiantes para sus viviendas.
El OIJ decomisó la droga y la evidencia, realizó el parte respectivo, identificó a los estudiantes y envió el informe a la Fiscalía Penal Juvenil.