viernes, 17 de abril de 2015

EXCELENTE DESIGNACION DE PRESIDENTE SOLIS RIVERA / SERGIO ALFARO SALAS ES EL NUEVO MINISTRO DE LA PRESIDENCIA DE COSTA RICA.

EXCELENTE DESIGNACION 
Sergio Alfaro, hasta hoy presidente ejecutivo del Instituto Nacional de Seguros, fue designado esta mañana como el nuevo ministro de la Presidencia. Alfaro sustituirá a Melvin Jiménez en el cargo.
El mandatario Luis Guillermo Solís lo anunció en conferencia de prensa a las 10:15 a.m. en Casa Presidencial. 
"De la mano del señor presidente (...) espero ejercer este cargo con total lealtad y total apego a la legalidad", dijo el nuevo ministro. 
Tras 11 meses y nueve días al frente del INS, Alfaro presentó la renuncia para asumir a partir del 1. mayo el nuevo puesto.

Alfaro fue diputado del partido de Gobierno, Acción Ciudadana (PAC), por Alajuela entre el 2007 y el 2010. Es nieto del expresidente Rodrigo Carazo Odio.

Abogado con experiencia en derecho administrativo y, antes de formar parte del equipo de Solís, trabajó en bufete Arias & Muñoz.

Anteriormente laboró en la Procuraduría General de la República y en la Dirección General de Tributación del Ministerio de Hacienda. 

Luis Guillermo Solís confirmó la salida de Melvin Jiménez ayer al finalizar la inauguración de un colegio técnico, en San Isidro de Heredia. Adujo que desde hacía una par de días había tomado la decisión tras atribuirle un "enorme desgaste" y dificultades para ser interlocutor del Gobierno.
En los últimos diez días, se vio envuelto en críticas luego de conocerse que un asesor suyo colaboró en la divulgación del borrador del proyecto de ley que permitiría al Gobierno hasta cerrar medios de comunicación por el contenido de sus mensajes.
La polémica se avivó aún más, cuando el exviceministro de Telecomunicaciones, Allan Ruiz, dijo que Jiménez le pidió la renuncia por el manejo político de esa iniciativa y, acto seguido, le ofreció una embajada.
Esta última aseveración se sumó al escándalo suscitado en enero, cuando la procuradora general, Ana Lorena Brenes, relató que el entonces viceministro de la Presidencia, Daniel Soley, le ofreció opciones de embajadas, lo que ella interpretó como una invitación a renunciar.