miércoles, 25 de febrero de 2015

Sin importar el riesgo de indemnizar a esa compañía en el futuro cercano y quedarse sin carretera, los legisladores “se echaron al agua” ayer, tal y como lo “exigió” Luis Guillermo Solís en días pasados. La posibilidad de que el país pague una suma millonaria en caso de que el proyecto no sea viable, fue advertida por la Contraloría General, horas antes de la aprobación en primer debate Esto, porque ni el Gobierno, ni los legisladores, pueden amarrar un préstamo de esta naturaleza con una empresa extranjera, explicó Allan Ugalde, gerente de División de Contratación Administrativa de la Contraloría.

La Republica NET  Sin importar el riesgo de indemnizar a esa compañía en el futuro cercano y quedarse sin carretera, los legisladores “se echaron al agua” ayer, tal y como lo “exigió” Luis Guillermo Solís en días pasados.

La posibilidad de que el país pague una suma millonaria en caso de que el proyecto no sea viable, fue advertida por la Contraloría General, horas antes de la aprobación en primer debate
Esto, porque ni el Gobierno, ni los legisladores, pueden amarrar un préstamo de esta naturaleza con una empresa extranjera, explicó Allan Ugalde, gerente de División de Contratación Administrativa de la Contraloría.
Por otra parte, cuando el contrato de construcción sea analizado por esa dependencia para refrendo, también se conocerán detalles técnicos que podrían entorpecer la ejecución del préstamo.
Esta no sería la primera vez que el país pague una suma millonaria a una empresa extranjera por desechar un proyecto, pues a mediados del año pasado, Costa Rica canceló $35 millones a OAS, de Brasil, tras desechar el plan para mejorar la carretera a San Ramón.
Aunque el proyecto se aprobó ayer con el respaldo de 45 legisladores, los partidos aceptaron desconocer si el monto presupuestado en el préstamo alcanzará para ampliar a cuatro carriles los 107 kilómetros entre Pococí y Limón que se tienen contemplados.
Asimismo, se teme que los $20 millones que fueron presupuestados para cancelar las expropiaciones de terrenos, así como la relocalización de servicios públicos como el poliducto y el tendido eléctrico, sean insuficientes, por lo que la obra se quedaría a medio camino.
No obstante, la voluntad de ayudar a Limón para que se convierta en un polo de desarrollo, pesó más que las dudas.
Por otra parte, los legisladores se defienden argumentando que ellos solo hicieron lo que les “exigió” el mandatario.
“Si este proyecto no funciona, si este proyecto queda a mitad del camino, hay que pedirle cuentas al Presidente, pues fue él quien exigió a este Congreso la aprobación del préstamo, sin importar todas las dudas que hay”, dijo Gerardo Vargas, jefe de fracción del Frente Amplio.
Las palabras de Vargas fueron secundadas por otros legisladores como Carmen Quesada y Luis Vásquez, del Movimiento Libertario y el PUSC, respectivamente.
Sin embargo, el propio Solís despejó ayer cualquier temor de que suceda algo negativo en el futuro
“Si el proyecto de la ruta de la 32 no se aprueba en los debates, esa carretera no se va a construir, van a pasar 25, 30 o 40 años, así como pasó con la Costanera y no vamos a tener carretera. Las observaciones, siendo responsables, deben atenderlas sin atrasar más la concesión de la obra”, dijo Solís.
El préstamo millonario servirá para que la empresa CHEC amplíe a cuatro carriles un tramo de 107 kilómetros entre Pococí y Limón, así como para construir puentes y otras obras que se requieren desde hace 30 años, cuando iniciaron los primeros planes para mejorar esa ruta.

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